La
ideología dominante y el Currículum
El Sistema Educativo presenta a sus
instituciones, currícula y hasta todas las ciencias relacionadas con ellas como
algo neutro, histórico y objetivo.
Todos los sistemas educativos se mantienen y
justifican sobre la base de líneas de argumentación que tienden a oscilar
entre dos polos discursivos, por una parte las que defienden que la educación
es una de las vías privilegiadas para corregir las disfunciones de las que se resiente
el modelo socioeconómico y cultural vigente y, por otra, las que sostienen que
las instituciones educativas pueden ejercer un papel decisivo en la
transformación y el cambio de los modelos de sociedad de los que venimos
participando.
A la hora de reflexionar sobre la política educativa,
sobre las instituciones escolares y los currícula que planifican y desarrollan, es necesario
contemplarlos desde ópticas que van más allá de los estrechos límites
de las aulas. La política educativa no puede ser comprendida de manera aislada,
descontextualizada del marco socio-histórico concreto en el que cobra auténtico
significado. El sistema educativo y, por tanto, las instituciones escolares
son una construcción social e histórica.
Entre las funciones principales de la
institucionalización de la educación estará la de satisfacer las
necesidades e intereses de los individuos y de la sociedad a la que pertenecen.
Así mismo a la hora de proponer y razonar sus modelos educativos tratarán de
elaborar todo un marco teórico y unos prototipos de prácticas que nunca lleguen
a alterar de forma sustancial el mantenimiento de las actuales estructuras de
esa sociedad.
Existen
enfoques o perspectivas en el campo del currículum que deben ser entendidos
como una especie de red que sirve para situar tendencias. Tales enfoques los
mencionaremos a continuación.
La perspectiva o enfoque técnico en sus sentidos restringido y
amplio
El currículum suele referirse tanto a su
materialización en propuestas didácticas concretas, como al contexto social,
político e ideológico en el que éstas han sido o son posibles pero también
procurar que el profesorado tome conciencia de esta dimensión ideológica.
Por planteamiento técnico de la enseñanza se
entiende: el conjunto de propuestas tendentes a racionalizar la actividad de
enseñar planteándola como una cuestión tecnológica que debiera ser abordada a
partir de los conocimientos aportados por la ciencia. Bajo esta concepción lo
que se pretendió con los profesores fue convertirnos en buenos técnicos, en
profesionales eficaces a la hora de conseguir aprendizajes, es decir saber
programar y formular con precisión lo que se iba a hacer, sobre todo los
objetivos que se pretendían, a fin de poder evaluar también con precisión el
grado de eficacia alcanzado.
Dentro de este planteamiento se incluyen
también propuestas de formación y selección de los profesores, basadas en la
identificación de las competencias docentes relacionadas con la obtención de
resultados eficaces.
Como señalan los estudiosos del currículum,
esta orientación y reducción de los problemas educativos a problemas técnicos,
se hizo predominante en los Estados Unidos de América el debate sobre la
educación había sido desplazado de los temas clásicos acerca de la formación de
los individuos, con un interés predominante por los valores morales y éticos, y
sobre todo democráticos, en los que habían ejercido una notable influencia
pensadores como John Dewey, pasando a considerarse como izquierdistas las ideas
que hasta entonces eran tenidas por enfoques progresistas de la educación. Fue
ese contexto de búsqueda de la eficacia, así como de recesión democrática, el
que impulsaría definitivamente los planteamientos tecnocráticos en la
enseñanza.
En un sentido amplio, por perspectiva técnica
debemos entender el tipo de ideología y de racionalidad dominantes en las
denominadas sociedades de capitalismo avanzado. Entre los rasgos más destacados
de esa ideología, está la reducción de la racionalidad a su vertiente técnica o
instrumental, lo que supone abordar los problemas de cualquier naturaleza como
cuestiones relativas a los medios y no como asuntos de carácter ético, moral,
político, es decir, concernientes a la esfera de los fines.
El planteamiento técnico entonces se puede
decir que está detrás de cualquier propuesta que no vaya más allá del intento
de mejorar las cosas que funcionan mal, como pueden ser la calidad de la
enseñanza, la organización de los centros, las materias que se han de enseñar, el
malestar docente o sus desequilibrios psíquicos, etc. dando por sentado que
esta escuela y esta sociedad deben mantenerse, tratándose sólo de que la
primera sea más funcional para la segunda, mejorando su eficacia, corrigiendo
sus errores.
La perspectiva práctica: neotecnicistas y
cuasicríticos
Se desarrolló a partir del final de los años
60 en Estados Unidos, y que en nuestro país se introduce a lo largo de la
década de los años 80, pudiendo decirse que está presente en todo el conjunto
de corrientes de investigación, innovación, formación del profesorado,
planificación didáctica, etc. que, destacando el carácter variable, situacional
e incierto de la actividad de enseñar, señalan que ésta no puede ser
racionalizada acogiéndose a la aplicación de reglas técnicas, sino que exige la
toma de decisiones durante la práctica misma, por lo que más que de ejecutar
planes preestablecidos, se trata de gestionar una realidad compleja, en la que
se han de tomar decisiones prudentes, equilibradas, ponderando finalidades no
exentas de contradicción. Para esta corriente el profesor pasa a ocupar un
papel central, reivindicándose su figura, tanto si se trata de investigar, como
de planificar o de innovar en la enseñanza, desarrollándose un creciente
interés por su pensamiento y las estrategias para formarlo en las artes de la
práctica.
Los autores que se encuadran dentro de esta
perspectiva suelen citar a Aristóteles para tomar de él la distinción entre los
dos tipos de práctica que éste formulara, a saber: la práctica como "saber
hacer" que requiere habilidades técnicas, y la práctica como "saber
gestionar" que requiere sindéresis, capacidad de ponderar, de enjuiciar
con prudencia, de poner en juego valores éticos y morales. A partir de tal
distinción, señalan que la enseñanza es una práctica del segundo tipo.
Pero todas estas ideas, cuando se utilizan
reduciendo el significado de la práctica al conjunto de actividades que se
realizan en el marco de la enseñanza, más concretamente de las instituciones en
las que ésta se lleva a cabo, es decir cuando se aplican sólo a la gestión de
los problemas del aula o del centro; se puede decir que la perspectiva práctica
se enfrenta al planteamiento técnico en sus dos acepciones o niveles, pero
entonces sería mejor reconocerla como una perspectiva que se adentra en el
terreno de la crítica. Efectivamente, se observa cierta confusión entre las
corrientes práctica y crítica. Entre los prácticos, cabe seguramente establecer
dos sectores: por un lado los que no alcanzan a cuestionar más que el
planteamiento técnico en sentido restringido, a los que se les puede considerar
como neotecnicistas, dado que no aportan más que nuevas técnicas
útiles para corregir pasados errores; por el otro, los que llevan las
capacidades que requiere el "saber gestionar", hasta el nivel del
compromiso socio‑político que ello incluye, y orientan la reflexión hacia los
contenidos ideológicos de la conciencia, con el fin de someterlos a revisión.
De ellos, sólo los segundos tienen algo que ver con la crítica, podríamos
considerarlos como cuasicríticos, algunos incluso se
consideran incluidos en esta última perspectiva.
La perspectiva crítica
El planteamiento crítico de la enseñanza se
enfrenta también al técnico, pero en sus dos acepciones de tecnicismo
didactista y de racionalidad hegemónica, así como a las bases materiales que lo
determinan. En rigor, no cabe hablar de un planteamiento crítico de la
enseñanza, sino de un planteamiento crítico general, que se extiende a todos
los ámbitos de la sociedad y que, por tanto, tiene que decir también de la
enseñanza. La crítica no se caracteriza por buscar una alternativa a la
pedagogía por objetivos proponiendo una pedagogía por "principios de
procedimiento", sino que el verdadero blanco que escoge la crítica es de
naturaleza socio‑política y no didáctica; claro que su enfrentamiento con la
racionalidad hegemónica en las sociedades modernas, lleva consigo la necesidad
de revisar las propuestas concretas en las que ésta se manifiesta en el campo
del currículum, tanto si se trata de las formas primeras y más duras, como si
se refiere a sus formas neotecnicistas más modernas.
El concepto de crítica: crítica teórica y
crítica práctica
Por crítica teórica se entendería aquella que
pertenece a la misma esfera que los conceptos citados en el primer lugar de los
pares anteriores, es decir, al campo de la teoría, del pensamiento, de la
conciencia, de la alienación (o desalienación), de la superestructura, de la
filosofía (en el sentido que Marx le atribuía a este término cuando señalaba
que había servido más para interpretar el mundo que para cambiarlo). Sería una
crítica que se resolvería mediante actos mentales destinados a transformar la
conciencia. Aquella que se atribuye a Hegel, a los jóvenes hegelianos, al joven
Marx entre otros, y que, más recientemente, reivindicarán los filósofos de la
Escuela de Frankfurt al señalar la necesidad de volver a la crítica de la
conciencia.
Por crítica práctica entenderíamos aquella
que puede asociarse con los conceptos que ocupan el segundo lugar en los pares
anteriores, es decir, con la praxis, la acción, la realidad material, la
explotación, la estructura económica, la revolución, etc. Sería el tipo de
crítica que se atribuye al Marx maduro, que habría evolucionado desde la
crítica teórica hasta la lucha política, la actividad material, histórica,
social, centrando su trabajo intelectual en el estudio de las condiciones
materiales de existencia, su dinámica y su transformación, pasando a
entenderlas como generadoras de la conciencia y no productos de ésta. Sería
aquella crítica que le llevaría a decir que "el arma de la crítica no
podía sustituir a la crítica de las armas". Se trataría de una crítica
dirigida a transformar la realidad en primera instancia.
El currículum como método de control.
El currículum
condiciona el trabajo de los docentes en tanto conforma un marco de actuación,
ya que no solo organizo contenidos, espacios, tiempos y metodologías sino
también enmarca el modo de pensar. Bernstein, observa así diferentes formas de
regulación del trabajo docente:
- Control simbólico: promoviendo determinados valores, doctrinas o ideologías, legitimando un discurso frente a otro.
- Control instrumental: estableciendo técnicas, clasificaciones, procedimientos, tecnologías.
- Estimulando la emancipación crítica: generando reflexión sobre los determinantes del dispositivo escolar y la docencia, en dirección a la construcción de una nueva hegemonía en las decisiones escolares.
El sistema educativo y las instituciones escolares son una construcción
social e histórica. La presión de los grupos e ideología más conservadora, sin
embargo, intenta hacernos partícipes de la idea de la inevitabilidad,
perennialismo y a historicismo de todo aquello que juega a favor de sus
necesidades e intereses.
Las prácticas escolares acostumbran a regirse por el esquema simplista
de un profesorado que sabe mucho y un alumnado que apenas sabe nada y que, por
consiguiente, necesita aprender mediante la enseñanza toda una serie de asignaturas
con nombre como matemáticas, geografía e historia, lenguaje o educación física.
Todo ello acompañado de una estrategia metodológica muy condicionada por
recursos didácticos como los libros de textos, así como de un sistema de
evaluación reducido casi exclusivamente a lo que conocemos como exámenes que
avalan ante el resto de la sociedad los méritos y desméritos alcanzados por el
alumno.
Por Ideología se entiende el conjunto de ideas y de
representaciones que se imponen a las personas como verdades absolutas,
produciendo un autoengaño, una ocultación en su pensamiento y forma de actuar.
La ideología se manifiesta tanto en las ideas como en la practicas de las
personas no es un concepto de uso restringido a los estudios de corrientes
filosóficas o a la reflexión más o menos abstracta.
Antonio Gramsci utiliza el termino Hegemonía Ideología,
se refiere a esa ideología que se impone a sus seguidores unos significados y
posibilidades de acción de manera sutil, de tal modo que incluso formas de
organización y de actuación de una sociedad que contribuyen a mantener
situaciones de injusticia, llegan a ser percibidas como inevitables, naturales,
sin posibilidad de modificación.
La misión de esta hegemonía es la de reproducir en el
plano ideológico las condiciones para la dominación de clase y la perpetuación
de las relaciones sociales de producción y distribución.
Las ideologías no son estáticas o permanentes, estas
funcionan como hegemónica, gradualmente va a ser reformulada o sustituida
mediante la confrontación entre otras tradiciones intelectuales diferentes, los
intelectuales orgánicos y la praxis de las fuerzas sociales ascendientes.
Las ideologías se construyen, funcionan y se transmiten
en situaciones sociales concretas, circunscritas en espacios ecológicos y
tiempos específicos, mediante prácticas y medios de trabajo y de comunicación
determinados.
Uno de los escenarios es la institución escolar,
institución que Louis Althausser ha denominado como Aparato Ideológico de
Estado, afirmando que "desempeña, en todos sus aspectos, la función dominante,
de entre los restantes Aparatos Ideológicos de Estado (el religioso, familiar,
jurídico, político, sindical, de la información y cultural).
El currículum como método de organización
educativa.
El término currículo se refiere al conjunto de
objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que
orientan la actividad académica (enseñanza y aprendizaje) ¿cómo enseñar?,
¿cuándo enseñar? y ¿qué, cómo y cuándo evaluar? El currículo permite planificar
las actividades académicas de forma general.
Para la estructuración del currículo se debe tomar en cuenta lo siguiente:
• Lo que se debe enseñar y lo que los alumnos deben aprender.
Para la estructuración del currículo se debe tomar en cuenta lo siguiente:
• Lo que se debe enseñar y lo que los alumnos deben aprender.
• Lo que se debe enseñar y aprender y
lo que realmente se enseña y aprende; es decir, lo ideal y lo real.
• Encontrar solución a estos pequeños
malentendidos que se crean debido a que no somos capaces de ver más allá de lo
que nuestros ojos nos enseñan.
El currículo de la escuela debe definir el
aprendizaje que se espera que todos los estudiantes desarrollen a lo largo de
su trayectoria escolar. El currículo de una escuela o institución educativa
debe tener los siguientes elementos:
1.
Plan de Estudios: para definir la organización
del tiempo en el cual se desarrollan las actividades semanalmente, la cantidad
de horas por asignatura y los horarios por curso.
2.
Programas de Estudio: que
permita organización didáctica del año escolar para asegurar el logro de los
objetivos fundamentales y los contenidos mínimos obligatorios, el tiempo de los
objetivos, con actividades, metodología y evaluación para cada curso y
asignatura.
3.
Mapas de Progreso: describen el crecimiento de las
competencias consideradas fundamentales en la formación de los estudiantes
dentro de cada asignatura y constituyen nuestro
marco de referencia para observar y evaluar el aprendizaje.
4.
Niveles de Logro: los cuales describen los
desempeños que exhiben los estudiantes en
las asignaturas que al final de cada ciclo escolar evalúa.
5.
Textos Escolares: los cuales desarrollan los
contenidos definidos en el currículo y permiten implementar el currículo en el
salón de clases. Estos textos deben ser evaluados cada año por los maestros de cada
área y cambiarlos cuando se considere necesario.
6.
Las Evaluaciones: parte del proceso de
aprendizaje de los estudiantes, se elaboran para constatar regularmente el
logro obtenido por los estudiantes.
7.
Línea Pedagógica: es el enfoque socio-cognitivo
que tenemos de la educación, debe ser una metodología activa, que forma
estudiantes comprometidos con el desarrollo de las clases y otras actividades;
el desarrollo de la creatividad e innovación en las metodologías impartidas,
utilizando material y recursos variados, que impliquen la incorporación de
informática y tecnología moderna en el desarrollo de las clases, favoreciendo
la reflexión crítica y responsable de los contenidos y temáticas de sus
programas académicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario